lunes, 5 de noviembre de 2007

Un puente surrealista

Este puente ha pasado lo último que me esperaba que jamás fuera a ocurrir y es que han pasado demasiadas cosas. Empecemos por el principio.

El miércoles era Haloween o el día de todos los Santos para los puristas y como buenos proyankis que somos en mi facultad, todos los años lo celebramos con una gran fiesta de disfraces en casa quien podemos. La verdad es que este año yo me sentía un poco reticente, no tenía ganas de fiesta y mucho menos de currarme los disfraces. Sé que me quita bollipuntos pero uno de mis hobbys es la costura y siempre me encargo de que los disfraces estén perfectos para la ocasión. Y este año, aunque sin ganas, no fue para menos.



Al día siguiente decidí que necesitaba un respiro pero el Viernes se acabó ese respiro. Vamos que si se acabó. Un par de botellas de Lambrusco, unos minis de sangría y acabamos todo en casa de una amiga semidesnudos haciéndo algo que jamás pensé que haría: una sesión de fotos que nada tuvo de normal.

Y para acabar un sábado tranquilito que no venía nada mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oye, la de los zapatos negros esta bien potente no?? jajajaja

Besis!!