Médicos...

La verdad es que una de las peores cosas que te puede pasar en esta vida es que te toque un médico de cabecera gilipollas. Todos conocemos, por lo menos, a un médico gilipollas... de esos que, si ya de por sí ir al médico da pereza, te quitan aún más las ganas de ir y que al final no vas hasta que no estás a morir.

Yo he tenido muchos médicos de esos pero justamente he tenido mucha suerte con el de cabecera... aunque después de hoy no sé si demasiada...

Todo ha empezado como siempre. Ha llegado mi turno, le he dado la mano y me he sentado a esperar a que buscara mi historial en el ordenador. Un minuto más tarde le he relatado lo que me pasaba... Congestión nasal, dolor en el pecho... Y aquí ha empezado todo, con la primera broma.

-Hace tiempo que no venías por aquí
-Ya, es el veranito. Que no me pongo mala en verano jeje
-Bueno tienes exactamente lo mismo que la última vez... A ver descúbrete el pecho blablabla

Nada me osculta y todo perfecto.

-No tienes nada, Nieves. Todo bien. ¿Hace cuánto que no te haces un electro?
-Pues un año.
-Va a haber que repetirlo. Mira espera toma una tarjeta, llama a este número y te hago yo mismo el electro. Así te ahorras un mes de espera.
-Ah joe que bien. Y una cosa, ¿me podrías pedir unos análisis? Que he estado todo el verano en Londres y tengo que tener la anemia....
-Mira cuando vengas a hacerte el electro puedes hacerte allí mismo los análisis. Aunque bueno te pilla un poco lejos. Bueno da igual, háztelos allí y cuando estén me llamas al móvil que te lo apunto aquí detrás y ya te los recojo yo.
-Vale, pues muchas gracias.
-Nada, a ti. Nos vemos el Lunes.

Dos besos.

Y me fui.

¡Dios mio nadie habia sido tan agradable conmigo!
¿Será que voy demasiado al médico? ¿Será que le ha tocado la lotería? Joder no sé que será pero ha sido tan sumamente agradable que me ha rayado la cabeza!