sábado, 7 de abril de 2007

Vamos ya sueño...

Bueno, hoy he vuelto a tener uno de esos sueños de órdago... la única diferencia es que hoy ha sido durante la siesta.

Situémonos. Yo volvía de no se donde, estaba cansadísima y tenía que coger el metro. Total que me senté junto a la pared del de la derecha del vagón y me quedé frita. (Esto ya es el sueño ehh) Total que fruto de ese sueño reparador en el metro imaginario tuve otro sueño. En ese minisueño dentro del sueño grande, yo estaba en una especie de colegio interno pero no por mal comportamiento sino para mentes despiertas o yo que sé. El caso es que era todo blanco blanquísimo. El edificio era de madera, cristal y metal blanco. Durante las presentaciones yo me fijaba en un chico alto, delgado y rubio con el cortado en media melenita y despeinado pero vestido, igualmente, de blanco.
Unas chicas y yo decidimos sentarnos en una mesa blanca junto a una cristalera enorme por la que entraba el sol. Entonces él venía y se sentaba enfrente de mí pero poco después cogió la silla y la puso junto a la mía tan cerca que casi invadía mi espacio vital. Yo, ajena a la conversación, me rayaba porque no entendía por qué ese chico podía atraerme si supuestamente era lesbiana. Y me despierto y estoy otra ves en el metro. Es justo mi parada así que yo feliz y contenta salgo del emtro porque he tenido el tiempo justo de dormirme y soñar y no pasarme de parada. Cuando llego a la calle mi móvil empieza a sonar pero no lo encuentro en el bolso, estoy todavía atontadísima. En eso que aparece Nanita y me dice no te precupes eso es la alarma, no has visto la cantidad de luces que salían del móvil. En ese momento caigo en la cuenta de que la alarma la había puesto para dentro de dos horas, lo que quiere decir que sí que me he despertado en mi parada pero dos horazas después y pienso en la bronca de mi madre. Le digo a Nanita que qué hace ahí y me dice que acaba de salir del entrenamiento y que estaba esperando a su churri. Le digo que por qué no se vienen a casa y nos tomamos algo allí pero me dice que no puede, pero aparece una chica rubia muy mona y Nanita le dice que por qué no nos vamos las dos. Así que eso hacemos. Nos vamos la chica rubia y yo a mi casa. En la puerta de casa le pregunto el nombre, más que nada para saber cómo presentarla. Llegamos a casa y ella se sienta en mi cama y coge mi portátil. Yo la ofrezco algo de beber e intento echar a mi hermano y mis primos de mi cuarto pero ella dice:
-Déjales aquí, a mi ahora no me apetece... ¿me entiendes no?
-Ah vale como quieras -digo mientras asiento con la cabeza
-¿Te has quedado chafada?
- No, no me da igual...

Y ahí se acaba el sueño... ¿Conclusión? Estoy como una puta cabra.

2 comentarios:

Ampelmann dijo...

Lo que te pasa es que tienes obsesión porque me corte el pelo, por eso lo del tío raro, rubio y con media melena :P

Caris dijo...

Te lo pasas pipa soñando eh? Eso pasa por estudiar tanto, que luego se aparecen Petit Princes en los sueños... (de todas formas ya te encargas de arreglarlo al final :)
Un bst