Life changes

La vida cambia, eso es cierto. Pero, ¿y nosotros? ¿Nosotros cambiamos? Yo creo que sí. Cada día cambiamos un poquito, cada cosa que pasa nos cambia, por mínimo que sea y por nimia que sea la cosa que ocurra.
Unos necesitan grandes acontecimientos para darse cuenta de que han cambiado o de que lo están haciendo en ese mismo momento. Otros se dan cuando día a día de como van cambiando y otros no se dan cuenta jamás.
Se puede cambiar para bien y para mal. Se puede cambiar a grandes rasgos o en pequeñas proporciones pero todos cambiamos.
Yo llevo toda la vida intentando cambiar aquello que no me gusta de mi y eso otro que creo que a las personas que quiero no les hace ningún bien. Ahora mismo estoy en una de esas etapas. Suele pasarme por enfermedad (paso etapas en las que los mareos forman parte de mi vida diaria y que no puedo hacer otra cosa salvo pensar, eso cuando los mareos son lo suficientemente leves como para dejarme interconectar pensamientos, claro.) pero no es de eso de lo que quiero hablar.
Después de algún hecho importante de tu vida (no hace falta que sea decisivo, simplemente importante)solemos plantearnos cuestiones trascendentales. cuestiones que no tienen respuesta y que por lo tanto (al menos a mi) me sumen en la más dura de las indiferencias.
y es en esa etapa en la que estoy. Por eso llevo tanto tiempo sin contaros nada, porque sencillamente me da igual. Porque no tengo ninguna razón para hacerlo, pero tampoco tengo ninguna para no hacerlo.
Mis amigas me preguntan pero ¿qué te pasa, Betty? No me pasa nada y si me pasara la verdad es que me daría igual.
Además estamos de exámenes y eso influye.
Después de haber estado tan ilusionada con algo. De haber puesto todo en que eso saliera bien. Cuando eso se acaba y, sobretodo, si eso se acaba sin que se te quede un buen sabor de boca se me acaban automáticamente las ilusiones. Eso es algo que me pasa siempre pero que no me preocupa.
Si estoy así es por que no tengo ninguna expectativa y porque si tuviera alguna no podría llevarla a cabo, porque estoy de exámenes.

Es un poco triste, si. Pero ¿qué más da?

La vida es un péndulo. El péndulo ahora está parado, porque no sabe hacia donde debe ir. Pasó de estar lo más arriba de la escala de lo bueno para pasar automáticamente a lo más alto de la escala de lo malo. Y se ha parado.
Está cansado de tanto altibajo.
Está harto de mi.

Ya encontraré algo que me devuelva la ilusión.